Telegram (https://telegram.org/) está clasificada como una de las principales plataformas de redes sociales del mundo, después de Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram, TikTok y Wechat.

Al igual que iMessage de Apple, Facebook Messenger, Discord y WhatsApp, permite enviar mensajes cifrados de extremo a extremo, lo que significa que la mayoría de las veces nadie (gobiernos, fuerzas del orden, empresas privadas) puede acceder a esos mensajes.

En la madrugada del domingo, hora de Australia, la policía francesa habría arrestado al jefe y fundador de la aplicación, Pavel Durov, por afirmar que la plataforma permite actividades delictivas. En una publicación en la red, Telegram News dice que Durov no tiene nada que ocultar y que es "absurdo" responsabilizar a una plataforma en línea o a su propietario por el abuso que pueda ocurrir en ella.

¿Es eso correcto?

En este episodio de The Briefing, Bension Siebert se reúne con James Hennessy, editor de ideas y artículos de Capital Brief (https://www.capitalbrief.com/) y coanfitrión de Down Round de LiSTNR (https://www.listnr.com/podcasts/down-round) para reflexionar sobre lo que el arresto podría significar para la libertad de expresión en línea.

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